viernes, 29 de febrero de 2008

Hablando de la revolución ¿por qué el Ché?

Como muchos otros jóvenes y no tan jóvenes, tengo una gran afición por el Ché Guevara, por muchos años hacia el icono (la famosa foto de Korda), recientemente también por su personalidad.

En el post anterior comenté que estuve en Cuba el año pasado, aunque sabía que iba a ser un viaje agitado, con muchas cosas que hacer y conocer en poco tiempo, decidí llevar como lectura de viaje un libro ad hoc con el destino vacacional. Así que en un acto de total farolez cargué con "Ernesto Guevara, también conocido como El Che" de Paco Ignacio Taibo II que, aunque es edición de bolsillo, es un librote gordo y rojo.

La agitación prevista sólo me permitió llegar como hasta la página 60 de 800, o sea, como hasta sus 20 años, en los que apenas se vislumbraba el personajazo que llegó a ser. El viaje fue en julio y el libro lo terminé en diciembre. Además de porque soy tortuga para leer, porque tengo la costumbre (no sé si mala o buena), de que cuando un tema me interesa le investigo hasta que siento que ya no hay más que saber del asunto (luego olvido la mitad de lo estudiado, triste pero cierto).

De esta manera, mientras leía de a poquitos el librote, googleé y googleé (fotos, personajes, notas de periódico). Compré otro libro de fotografías, leí su diario en Bolivia, vi varios documentales y cada imagen, frase, anécdota... tanto de admiradores, biógrafos, amigos o detractores hizo que el argentino me fuera cautivando más y más.

Tengo que aceptar que en Cuba medio lo aluciné, su imagen allá, desde mi perspectiva, está sobreexplotada, te lo encuentras en muros, periódicos, televisión y para donde voltees. Pero tal alucine me intrigó aún más.

Tal vez esta afición me dio muy mayorcita, en la edad en que debí haber hecho esto estaba clavada con el movimiento zapatista y la lectura de los comunicados del Sup me llevó a investigar sobre otras temáticas en esos tiempos en los que el google no era mi amigo todavía y entre tanta lectura no me incliné hacia profundizar en la biografía del "Soldado de América".

"Seamos realistas, hagamos lo imposible", es una de sus frases más socorridas y creo que es una fotografía de lo que me atrae del héroe, él llevaba su congruencia hasta la contradicción. Demasiado soñador para unos, ingenuo o soberbio para otros y hasta asesino para algunos más. A los que nos duele y agrede la injusticia, creo que no podemos más que empatizar con sus acciones y sus causas. En mi caso lo que más me conquista es su capacidad para bastarse a sí mismo.

Desde mi perspectiva el logro más grande al que puede aspirar el ser humano es a aprender el “desapego”, tanto emocional, como material. Lograrlo, creo, permite trascenderte a ti mismo. Cuántas cosas no dejamos de hacer o soñar por miedo a perder algo que “creemos” poseer: una pareja, una casa, un coche, la ropa, las mascotas, la familia, los amigos, la computadora, el trabajo, los proyectos de vida y un largo etc…creemos que la tenencia o pertenencia nos hace ser. Y cuando logras lo anhelado, simplemente no te sientes satisfecho y si tienes la suerte de llegar a identificar aquello que realmente necesitas, no te atreves a entregarte a su búsqueda por temor a perder todo lo demás.

Creo que el Ché no tenía esta disyuntiva, pronto identificó que su destino iba más allá de cualquier posesión, él no pertenecía a nada (patria, familia, esposa, hijos…) y lo único que le pertenecía a él era su ideal de justicia y su capacidad de luchar por ella, ningún apego afectivo o material lo alejó de lo que espiritualmente lo hacía ser y existir.

Se preguntarán por qué admiro y me inspira el Che, guerrillero que empuñaba un arma y arrebataba vidas y no a la Madre Teresa de Calcuta o Gandhi, quienes igual conocieron tal desapego y además aportaron tanto a la humanidad sin tanta violencia. Pues no sé responderlo del todo, tal vez sea algo meramente superficial (que se me da) como la atracción física (el Che me parece guapo en extremo), o bien, porque sé que en Latinoamérica los caminos de lucha para los oprimidos son tan limitados y la injusticia, atropello, vejación y omisión de todo derecho humano hacia ellos es tan abrumadoramente ofensivo, que considero que la lucha armada en aquéllos tiempos era la única forma expedita para las masas, desletradas y aplastadas, de acceder a la dignidad que nadie, por otros medios, les iba a devolver.

Tal vez esté de sobra decir que yo no me inclino por las pistolas, mi manera de contribuir a que esta sociedad sea un poco mejor está del lado de las letras, del conocimiento y de la cultura como medio para construir entornos más justos, más dignos. Pero yo todavía no logro ser desapegada, amo a mis perros, a mis hermanas, a mis sobrinas, a mis amigos, a mis padres. No soy de las personas que necesita tener para ser, pero todavía necesito pertenecer y tengo la certeza de que eso limita mucho mi capacidad de transformar mi realidad, de sumar para un cambio para aquellos que padecen el mundo tal como es ahora.

Tengo algunas imágenes del guerrillero, en mi oficina, en mi casa y hasta en las llaves de mi coche, me sirven para no olvidar que siempre se puede hacer más y tener menos. Tal vez el fetiche no sea suficiente, pero en este momento para mí es inspirador, estoy justo en el momento de la vida en que algunos botan sus ideales y son absorbidos por rutinas y compromisos que les hacen la vida estrecha. Yo sigo deseando una vida ancha y que aporte, quiero seguir siendo realista como lo planteó el Che, actuando por lo que parece a veces imposible: una sociedad que, para bien o mal, a todos incluya.

En realidad me desvié de un poco de lo que quería decir…dejo pendiente para otra ocasión el comentario sobre una entrevista a un nieto del Che Guevara que leí en la revista Proceso y que me pareció interesantísima…dejemos ahora este post como Parte I de este tema.

martes, 19 de febrero de 2008

"50 años en el poder y 19 meses de convalecencia"








Fidel Castro, el último dictador latinoamericano se jubila. ¿Cuál será el impacto, de los cambios que se avecinan en Cuba, en la geopolítica actual y en las vidas cotidianas de los cubanos? Difícil responder, por mi parte estaré atenta.

¿Por qué me interesa? Por que Cuba, con el liderazgo de Fidel, fue el estandarte y el último bastión que nos queda de las utopías de transformación social que protagonizaron los jóvenes de los primeros 20 años de la segunda mitad del siglo veinte en Latinoamérica.

Alrededor de la edad que yo tengo ahora, Fidel, El Ché y un grupo de valientes anónimos, y otros no tan anónimos, habían liberado política, ideológica y socialmente a un país sometido por la potencia económica y bélica más importante del siglo. Así se convirtieron también en la vanguardia no sólo del pensamiento de izquierda, sino de la acción contundente hacia una sociedad más justa y menos oprimida por los intereses norteamericanos. ¿Que los medios fueron cuestionables?, eso no se pone en duda, pero que nos dejaron grandes lecciones a las generaciones que llegamos después, eso creo que es un hecho.

En julio estuve en Cuba y algunos jóvenes con los que tuve oportunidad de conversar, desde mi perspectiva no le dan valor a los enormes beneficios que la revolución dejó en la isla, eso me hace temer que no lucharán por conservarlos, ojala y me equivoque. Creo que los Cubanos merecen libertad, han sido ya demasiadas restricciones, pero también merecen hacer que su sacrificio valga para lograr preservar lo que en ningún otro país latinoamericano tenemos: equidad, cultura, salud y educación para las mayorías, pero sobre todo (resultado tal vez de lo anterior)un espíritu digno y valiente, el de una raza que no se somete.

Yo en verdad deseo que en Cuba no se conozca nunca más la miseria y no hablo de la miseria material, que de esa tienen bastante, sino de la pobreza de espíritu. Esa pobreza que padecemos los países colonizados y neocolonizados, la que roba la dignidad y autodeterminación a los pueblos. También abrigo la esperanza de que los hábitos de consumo desmedido no opriman la conciencia de las mayorías más allá de los límites de la razón, o sea, quiero creer que los cubanos serán capaces de seguir siendo modelo en lo que sí son modelo, en vivir lo más cercano al sentido común en su más amplio significado. ¿Será eso mucho pedir?.

Más info en: La Jornada y El Universal
Más fotos en: Mi flickr y en mi Album Web Picasa

lunes, 11 de febrero de 2008

¿Por qué tanto privilegio?

Soy una chica de vida simple, es así por elección. Mi historia de vida está llena de cuentos de fuga, huyo de cualquier complicación (a veces complicándome). Pongo mi mirada en lo que me permita dar mucho al mundo, sin desgastarme demasiado.

Trabajo a dos minutos de mi casa, en uno de los espacios más bellos de los alrededores, con personas con intereses similares a los míos y con una diversidad cultural interesante. Lo mejor, trabajo en donde me propuse trabajar, haciendo lo que un buen día decidí que quería hacer, acepto que la realidad muchas veces no está a la altura de mis expectativas, pero la brecha es breve.

Vivo en un lugar muy bello, en una casita que tiene todo: aguita caliente, espacio suficiente, toda clase de electrodomésticos, plantas, cómodos muebles y en compañía de tres simpáticas mascotas.

Ahora vivo sola, sin pareja, lo que en realidad es placentero, disfruto inmensamente de boberías: levantarme tarde, leer un libro, comer a la hora que me da la gana, entrar y salir de casa definiendo por mí misma mis destinos y, con excepción del café que me despierta cuando amanezco, no conozco la rutina.

Tengo un ventanal a lado de mi escritorio, por el que miro el cielo cada vez que se me antoja, las ramas de un arbol viejo decoran mi panorama y justo ahora, 6:58 p.m., escucho cientos de pájaros cantar, bastante entonados y al parecer alegres.

Acabo de recibir dos correos electrónicos que me apachurran un poco el corazón y no me siento triste.

Huídas y decisiones me han costado lágrimas en ciertos momentos, seguro me falta pagar algunos litros más por estar dispuesta a seguir amando con transparencia, a dar la espalda a lo que no me hace crecer, a deshacerme de lo que no necesito ( inlcuyendo cualquier tipo resentimiento o patrón social), a bastarme a mí misma para brindarme a los otros. Caigo en cuenta que tengo el privilegio de poder vivir eligiendo, de tener claro lo que quiero de mí persona, los otros y el entorno.

Hoy me siento otpimista, espero mañana amanecer igual....

domingo, 10 de febrero de 2008

El reporte de la fiestecita TwittMX


Todo salió bien, Felixe y yo nos lanzamos como 3:30 hacia el DF con un Chai de Starbuks para el camino.

Llegamos aproximadamente 5:30 y ya había muchos Twitters instalados en el Roma Billar, nos registramos, nos dieron stikers, una revista y una pulserita, todo muy cálido.

Bebimos cerveza, charlamos con twitters y por supuesto ni me acordé del bolón de mafufadas que me pasaron por la mente antes de la fiesta.

Como
aprendiz de geek me entusiasma ver a otras personas que disfrutan del uso de la computadora y la aprovechan, entre otras cosas, para socializar.

Los detractores de la tecnología como medio de comunicación, algunas veces argumentan que es fría, que obstaculiza el desarrollo de habilidades sociales, entre otras expresiones relacionadas con la importancia de mantener los vínculos entre seres humanos, más allá de las máquinas. Afortunadamente cada vez es menor el grupo de personas que piensa así.

Yo he conocido a muchas personas por medio de la computadora con las que muy probablemente no hubiera coincidido por otros medios, mis círculos sociales se han ampliado gracias a la tecnología y también he podido mantener amistades con personas que están lejos o que por nuestras actividades cotidianas no nos es posible encontrarnos de otra manera.

A todo esto se agrega la ventaja del bajo costo por comunicarse con tus amigos, familiares y en términos más amplios, sabemos que no exagero, con el mundo entero.

El mayor uso que yo he dado a la tecnología es con fines educativos, que es mi trabajo, me apasiona aplicarla para facilitar procesos de aprendizaje; pero en el último par de años mi computadora ha sido también un medio para reafirmar y ampliar mi identidad social, llegar a una reunión en donde encuentro a tantas personas agradables que comparten esta inclinación en verdad es muy satisfactorio. Mi reconocimiento a los organizadores y pues que sea la primera de muchas más!

viernes, 8 de febrero de 2008

Saliendo de fiesta...

Me estoy alistando para ir mañana a TwittMX - Primera reunión de Twitteros en México, al mismo tiempo estoy reflexionando sobre todas las mafufadas que me pasan por la mente antes de ir una fiesta, sobre todo a una que se ha planeado con anticipación y que promete ser "todo un evento".

Una de las primeras cosas (ya sé que muy superficial) es pensar ¿qué me voy a poner?, esta decisión depende también de ¿en qué voy a llegar?, por ejemplo a esta fiesta que es en el DF y que implica viaje, pues tengo que elegir algo que no se arrugue, que no me de frío, ni calor y que no implique mucho cargamento.

Luego comienzo a pensar, puede ser que pase algo interesante: puedo conocer al amor de mi vida, conseguir una nueva chamba más interesante, hacer nuevos amigos, pasar grandes vergüenzas (hacer un oso pues), o bien (siempre es posible), aburrirme tremendamente y arrepentirme de haber hecho el gasto.

También está la opción de que a la mera hora no vaya, en ese caso siempre quedaré a la espera de que me den el reporte de lo sucedido, lo cual deja otras dos opciones: relajarme porque "estuvo horrible, no te perdiste de nada" o, malviajarme porque "estuvo buenísima, de lo que te perdiste", sintiendo que perdí la oportunidad de hacer historia, o participar en ella (me pasa frecuentemente por haberme quedado dormidota antes de llegar a la fiesta).

Por el momento el plan sigue en pié y el cuento está por escribirse, voy a ir a la fiesta, llevaré mi cámara y mínimo un pequeño fotorreportaje del evento publicaré...

miércoles, 6 de febrero de 2008

¡Que les corrteeen las orejas!

Tengo dos niñas perro Luca de 10 años y Lana de 8 años. Lana es hija de Luca y son casi idénticas.

En términos generales son buenas chicas, buenas compañeras de soledades, tristezas y alegrías, me dan mucho de qué hablar con sus falderas vidas y en general me facilitan muchas risas y felicidad.

Pero llevar tanto tiempo al cuidado de este par de alimañas, también llega a resultar un pain in the ass. Salir de viaje es una bronca, si se histerizan destruyen, en mis más profundas meditaciones se ponen a ladrar y lo peor, cuando se enferman se me instala la angustia y es una gastadera sin límite (ellas merecen lo mejor).

Ahora estamos en etapa de enfermedad: por segunda vez en su vida Luca padece de Otohematoma, un mal recurrente en perros orejones, que consiste en que la carne de las orejas se despega del cartílago, entonces el auricular se pone como un globo lleno de sangre y pus. Es doloroso para el perro y una lata para el dueño, porque la única alternativa para el paciente es una intervención quirúrgica que requiere de anestesia general y muchos cuidados pos-operatorios.

La primera vez Luca lo sufrió en la oreja izquierda, ahora es la derecha. Lana ya lo padeció en la oreja izquierda y le falta la derecha. Ahora sólo me pasa por la mente cuando las miro: "Por favooor ¡que les corrrrteeeen las orejas!" (leáse con el tono que la reina de corazones usa para gritar ¡que le corten la cabeza! a Alicia, la del País de las Maravillas).

Quienes gustamos de las mascotas sabemos que causan grandes gozos y satisfacciones, pero que si en verdad haces un compromiso recíproco con ellas, pueden vaciar tu cartera y por momentos llenarte de preocupaciones. Supongo que, en parte, de eso se trata el amor ¿no creen?.


domingo, 3 de febrero de 2008

Héroe y los Detectives Salvajes….


Un amigo encantador hace unos meses me “dejó de tarea” leer un libro (Los Detectives Salvajes de Roberto Bolaño) y ver una película (Héroe de Zhang Yimou), me tardé en cumplir con mi responsabilidad, en primera por que el libro no fue fácil de conseguir, en las tiendas insistían en venderme la biografía de “Chespirito”, por que no disponían de un ejemplar de la novela (total es Bolaño no?) y rentar pelis no es lo mío por que olvido devolverlas y me endeudo terriblemente.

Un buen día estando en mi librería favorita encontré la película en oferta y casualmente acababan de surtirse de libros de Bolaño, el novelista Chileno, no el del “Chavo del 8”.

Y aunque ya no mantenía el contacto con este amigo encantador, no me gusta tener tareas pendientes e hice el gasto en ambas obras en aras de cumplir con un compromiso de honor. Me he quedado con ganas de comentar mis impresiones con él, pero dejo aquí el testimonio de que he cumplido con la tarea encomendada.

Con ambas narraciones tuve la misma sensación inicial: “no les voy a entender nada”, ya me veía diciendo: “está bonita pero no pude terminar de leerla/ verla” y quedando como la gran tonta. Me ha sucedido con algunas “obras de arte” que en definitiva no puedo apreciar (tema para otro post).

Perseveré y no ha sido el caso, puedo afirmar ahora que fueron excelentes recomendaciones. Admiro en verdad a los narradores que construyen una historia a partir de elementos aparentemente ajenos a la trama.

En el caso de los Detectives Salvajes, Bolaño desarrolla la novela a partir de testimonios de una gran cantidad de actores, es impresionante como fluye la línea narrativa a través de la construcción de los personajes, a los cuales delinea de tal manera que en verdad sientes que los conoces: cada uno con su forma de hablar, de interpretar, de reaccionar. Es un rompecabezas en el que cada pieza es en sí misma un total, una partecita de algo más grande, pero al mismo tiempo es compleja y tiene significado propio.

En la película Héroe la historia fluye también sin un orden lineal, se construye no sólo por medio de los propios personajes, sino que elementos visuales van poniendo en evidencia que lo que en un inicio parecía lógico (misterio rápidamente resuelto) en cierto momento se descompone, los recuerdos se vuelven falsos, los espectadores fueron engañados a través de los flash-backs al igual que el mismo rey. El amarillo se vuelve azul, el rojo se transforma en blanco, y de pronto nada es del color que en un principio parecía. Sabemos que nada es monocromático, mucho menos cuando de recuerdos se trata, pero el narrador logra descomponer los matices presentándolos en sus pigmentos primarios, las gamas aparecen en la mente del que está mirando aunque en pantalla las superficies y texturas son puras.

La historia es como una fábula con sus respectivas moralejas: “nada es lo que parece”, “el fin puede llegar a justificar los medios” y nadie es ni totalmente culpable, ni totalmente inocente, “todo depende del cristal con que se mire”. En fin la película me encantó, es de esas que sé que veré y reinterpretaré muchas veces más.

El libro de Bolaño sigue en mi cabecera, lo leo antes de dormir y quiero tardarme en terminarlo, lo estoy disfrutando mucho, me hace reír. Estoy segura de que leeré más de sus obras en un futuro.

No me queda más que agradecer la buena recomendación y a mi vez recomendar al que me lea, que sino han visto/leído estas creaciones las pongan en su lista de pendientes, en verdad son disfrutables.