domingo, 27 de diciembre de 2009

Continuando con las recomendaciones: La vida en rosa

En el post anterior recomendé el libro de Volpi "El fin de la locura", en esta ocasión recomiendo una película, "La vida en rosa", cinta francesa sobre la vida de la cantante, de esa misma nacionalidad, Edith Piaff.

La vida de la protagonista, nacida a principios del siglo XX, se caracterizó por los excesos en toda la extensión de la palabra. Luego de una infancia difícil y de haber crecido dentro del mundo del espectáculo callejero, llega a ser una cantante y actriz reconocida a nivel internacional. Si definiera la película en una sola palabra sería la siguiente: "intensa". La caracterización de la protagonista es excelente, representa a la perfección la vejez precoz de una mujer adelantada a su época. Me recordó un poco la vida de Tina Modoti, quien también a los cuarenta ya tenía, no sólo la apariencia, sino la salud de una octogenaria.

La peli, además de ser una buena realización, te deja asomarte a la vida de un personaje interesantísimo del mundo de la farándula de mediados del siglo pasado y es un buen pretexto para adentrarte más en su historia y su legado: una voz privilegiada para una digna representante de su época.

Todos tenemos un precio (sobre "El fin de la locura" de J. Volpi)

Despiertas junto con el protagonista en un escenario putrefacto y ajeno, un cuarto de una infame pensión parisina, mientras afuera escuchas transcurrir las protestas de Mayo del 68 en París. ¿Cómo llegamos allí? te lo preguntas durante las primeras 50 páginas, en algún momento de los siguientes párrafos la trama, en conjunto con una vorágine de ideas y postulados de los pensadores franceses más "lúcidos" (comillas sarcásticas) del siglo pasado, te alejan de esa pregunta inicial.

El periplo del personaje central, Aníbal Quevedo, psicoanalista mexicano quien por accidente adquiere un perfil revolucionario, activista, militante de la izquierda francesa más radical, es un es un paseo por las ideas de Foucault, Barthes, Althusser, Lacan y hasta, en menor medida, de Fidel Castro y el Subcomandante Marcos.

Una poco comprensible historia de (des)amor, es el pretexto para un recorrido intelectual y geográfico por Francia, Cuba, Chile y México. El ritmo de la novela, a mi juicio, es perfecto. Es de esos libros que quieres tener cerca, para aprovechar cualquier tiempo libre para seguir leyendo. Y aunque considero que deja muchos cabos sueltos tanto en la trama, como en el ambicioso perfil ideológico del escrito, la obra es bastante recomendable para aquellos que nos gusta leer por el simple y puro placer de divertirnos con la lectura. Arranca bastantes carcajadas y te deja pensando un rato, no sólo sobre el contenido del libro, sino también sobre el estatus actual de la literatura latinoamericana, en particular de los autores mexicanos.

Sí me aventaría otro libro de Volpi, pero yo creo que uno más y ya. Acabo de terminar de leerlo y el sabor de boca que me deja es una referencia a un lugar común: "todos tenemos un precio" el de Aníbal Quevedo y sus dos mujeres, Claire y Josefa, se deja entrever en las últimas páginas, ¿cuál es el tuyo? ¿cuál el del autor? ¿cuál el de los intelectuales contemporáneos y en particular el de los mexicanos?

viernes, 18 de diciembre de 2009

Hábitos, no tan fotográficos...

Suena el despertador, 6 a.m. , el noticiero matutino de Ultra Radio me abduce del sueño, a veces con buena música, otras con pésimas noticias. Trato de recordar la historia del subconciente recién vivida, casi a diario resulta imposible (sólo recortes), es de madrugada y ya hay demasiado ruido. Estoy esforzándome por terminar de despertar, o algunos días relajándome para dormir un poquito más, cuando escucho la voz de locutor "seis con diezysiete minutos, ésta es su hora, llegue temprano"... Fuck!!! se me hace tarde de nuevo. A la orilla de la cama me siento, atarantada percibo las narices húmedas de Luca, Lana y Santos, hacen fiesta, se estiran, quieren hacer pipí. Me cubro con una cobijita, mi casa se siente helada y abro la puerta del patio. Mientras los perros hacen lo que tengan que hacer, enciendo el calentador y arrastro los pies hasta la cafetera, pongo café y masticando una manzana o un pan bimbo, me acerco a la computadora checo el correo: 3 nuevos mails! y ya son las 6:40, al rato los contesto. El café está listo, con mucha leche en tres tragos veloces me lo he bebido.

Ya en la regadera recuerdo que hay que estar al pendiente del reloj, en la torre ya son las 7 y sigo chapoteando, pensando, medio soñando. 7:05, húmeda me visto, hago un chonguito con mi pelo, ya está muy largo hay que cortalo, crema en la cara, filtro solar, lipstick, zapatos (como es invierno botitas) ... 7:25, seguro llego antes de las 8, ya la hice!!!...no encuentro las llaves del coche, los perros tienen hambre, ladran, LM, el vecino que se va conmigo al colegio toca la puerta, córrele...

Subimos al coche, elegimos música, a los dos nos gusta más o menos lo mismo: Morphine, Whitest Boy Alive, Wilco, Cake, cantamos, platicamos, contamos los altos, el tiempo, qué pasó ayer, qué pasará hoy...

7:55 estamos cerca!!!, lo logramos llegamos a tiempo, a mí me ponen retardo con una nota al pié 8:01, creo que esa R roja es demasiado enorme para un minuto de retraso, si tan solo hubiera chapoteado un poco menos o me hubiera levandado como un resorte 6 en punto, en fin, tal vez mañana.

Llego al salón, cada día me cuesta más abrir la puerta, esta cerradura necesita aceite, checo mi horario, checo lo que dejé planeado el día anterior, llegan los niños, gotas de gel antibacterial en sus manitas, pequeñas, limpias, - ¿vamos a jugar hoy? - No, vamos a trabajar, si terminan pronto y bien jugamos. Bueno juegan ellos, yo sigo aprendiendo, observando, descubriendo. Las computadoras son una ventanita a muchos mundos y nos vamos asomando juntos. Se están portando un poco mal, qué me inventaré hoy: una bromita para llamar su atención, apagaré un par de computadoras a los más descarados...llegó el recreo, fruta, cafecito otra vez, la hora de planeación, un respiro para recuperar un poco de silencio y observar algunas aves por mis ventanas, en mis árboles y planear, evaluar, seguir pensando. Vuelven los niños, manos no tan limpias, más gel antibacterial ¿hoy jugamos?.

Ring, suena una música-chicharra, hora de la salida 1:50, ufff, pasó un día más. Llega LM, vámonos juntos a casa. Musiquita, platicamos, llegamos, contamos el tiempo 30 minutos (llegamos pronto), 40 minutos (seguro calles cerradas, estacionados en doble fila, entre otras), a comer!!!, los vecinos nos prepararon algo rico, la casa está fría, comemos, nos reímos platicamos...

Qué sueño!!!, esto de digerir a mi cuerpo le resta mucha energía, dormir 20 mins, 1hr, 2 hrs!!!, me pasé, dormí demasiado, nunca nunca he tolerado madrugar, no me hace bien, tampoco dormir por la tarde. Café, enciendo la compu. Enlisto pendientes, avanzo en ideas y proyectos, escribo un post, leo otros tantos, chateo, twitteo, hago fotos, ya ando prendida!... Voy a caminar con el perro, 1 km, 2 km, nunca más de 10, regreso a casa, platico un poco con los vecinos, escribo más. Me topo con el libro que estoy leyendo, hay que avanzar, 11:00 pm, no tengo sueño, en la torre, creo que domiré 6 horas de nuevo...buenas noches...

Paseo: San Pedro con El Santos

lunes, 14 de diciembre de 2009

Evocando sonrisas

En el DF, avenida abarrotada, hora pico, rumbo a la pirámide del Sol...compartiendo audífonos y escuchando a Sabina, escondite perfecto de Britney...cantante favorita de la dueña del auto. Asiento trasero, a un lado de quien llegaría a ser un hermano lejano. Se escucha una voz, la mía: "Soy feliz, muy feliz" ...

El viernes fue mi cumpleaños y mi compañero de asiento me llamó desde Perú, un momento de esos felices, tiene más de dos años que no nos vemos y nos queremos justo como ese día.

A veces uno hace un "click" especial con ciertas personas, que el mundo en una de sus vueltas te pone enfrente.

Me encanta ser amiga de Jorgito, aunque esté tan lejos.