domingo, 22 de marzo de 2009

Cómo aprender biología sin morir en el intento…


Cuando estaba en la prepa llevé una materia que se llamaba “Métodos experimentales de química, física y biología”…ufff, como disfruté el curso, el cual estuvo precedido por las materias de química, biología y procedido por física. Tanto la de Método, como la de Biología me las dio un profe apodado “el biólogo”, que tenía unos ojotes verdes de sueño, la voz profundísima y aunque parecía anoréxico de flaco, a mí me parecía en extremo atractivo. Puras MB (=10) me sacaba con él, nadamás por el puro gusto de no parar de escucharlo y mirarlo ponía muchísima atención a su clase…recuerdo clarito que cuando explicó el tema unas células las apodó células punk y que nos llevó a Valsequillo a analizar un ecosistema. También que entrenamos a un ratón en su clase y que un día que troné mate me consoló con un masajito en el cuello que a mí me pareció una auténtica declaración de amor.

De las clases de química ni me acuerdo y en física siempre tuve profes nefastos, pero me divertía de lo lindo en los laboratorios, en los que realmente me concentraba sin la distracción de un profe que me gustara. Total que al elegir qué estudiar ningún tipo de ciencia natural pasó por mi mente como una opción, fuera del maestro wapo, como campo de trabajo, no me llamaban la atención. Mi mejor amiga de ese entonces se fue a estudiar a la UNAM biología, algunas veces la visitaba y salíamos con sus compañeros, me daba mucha risa la manera en que interpretaban cualquier elemento del paisaje, de a tiro como científicos locos de caricatura…era interesante y gracioso.

Ahora me parece extraño que nunca hubiera considerado alguna carrera relacionada con el estudio de la vida, pues en realidad siempre me ha atraído mucho aprender sobre animales, plantas y entes más pequeñitos, como insectos y otros bichos. Si pasa una revista o libro del tema por mis manos, me entretiene y me gusta entender de asuntos de ese lado de la ciencia; la literatura infantil nunca me atrajo, pero de niña devoraba las enciclopedias del reino animal con singular alegría. Además pasar el tiempo al aire libre es de las cosas que más disfruto, supongo que nunca me pasó por la mente que a alguien le pudieran pagar por dedicarse a eso. Soy una persona pragmática en exceso y a las ciencias básicas nunca les he encontrado más sentido que el entretenimiento…eso sin mencionar que con tanta abstracción y jerga exótica son sumamente difíciles de estudiar en forma. La cosa es que desde que trabajo en el Jardín Etnonbotánico (hace siete meses ya), ni tiempo me doy de pensar demasiado en otra cosa que no sea aprenderme plantas y estudiar para dar talleres relacionados con cuanta madre relativa esta ciencia del demonio llamada biología que tiene que ver con toda cosa verde, bonita y viva que nos rodee… otra vez convivo con biólogos y me siguen dando mucha risa, aunque también los respeto mucho porque son muy generosos con sus conocimientos, entusiastas y divertidos. Además aunque lo nieguen son educadores natos y por lo tanto colegas.También he estado aprendiendo a observar aves, cosa que me ha parecido de las actividades más relajantes y meditativas que he realizado, equiparable en mis preferencias solamente a la fotografía.A veces me castra espantosamente el exceso de sol que tanta chamba al exterior impone, pero tolero los escupitajos de este astrote celeste nada más por el entusiasmo de acercarme a entender los hábitos de los animales o las propiedades de ciertas hierbas. Es por toda esta cosa de andar aprendiendo cosas nuevas que ya no me doy mucho tiempo de hacer vida virtual…en fin, supongo que también esta etapa me dará más temas de los cuales escribir en un futuro…así que semilla sigue en el jardín… y en lo que encuentra un lugar dónde comenzar a cultivarse, allí seguirá.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Simplemente genial!

Y rematar con un pajarito? jeje

Aunque no se si llamarle "Cómo aprender biología sin morir en el intento...". Seguro es mejor estar un 90% con el exterior y un 10% para que esas historias tuyas realmente sean largas y por supuesto fascinantemente entretenidas, jeje.

Saludos!

Siguiéndote desde Twitter ;)

Semilla dijo...

Jejejeje, gracias JamesDraco...saluditos!

Grajeda dijo...

pues todos tenemos una vocación y un gusto aparte.

muchas veces no elegimos lo que en verdad nos apasiona por miedo a que no sea lo que en verdad nos llena como personas, eso o el temor a triunfar.

si con el tiempo puedes dedicarte directa o indirectamente a esa pasión dormida que mejor!